viernes, 21 de enero de 2011

La isla de las estrellas y otras historias...

... o "WORST DAY EVER".

Todo el mundo tiene días malos. Yo especialmente, pues acostumbro a ser una quejica. Últimamente lo hago más aún, puesto que estoy en la época de la muerte estudiantil: Los exámenes de enero. Así que estoy bastante susceptible.

Aquella noche, me encontraba apesadumbrada por un examen que había tenido ese día y más preocupada aún por otro que tenía al día siguiente. Por si fuera poco, mis tripas rugían como leones furiosos y mi hermano no venía de clase.
Como ya se pasaba bastante de la hora de la cena, decidí empezar a hacerla. Si mi hermano aparecía para cuando estuviese hecha, bien; y si no, tendría que cenar solo.

Ya tenía pensado lo que iba a cenar: sopa y pescado. Sí, cena de enfermo, que le venía al pego a mi ánimo desvalido. Para darle un poco más de gracia al asunto, me disponía a hacer patatas fritas, emulando recuerdos de los "fish 'n chips" que me comí en Dublín (el único finde de "vacaciones" que tuve el año pasado), y que hacía siempre que tenía tiempo.

La ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, saldrá peor. Que la tostada siempre cae al suelo por el lado de la mantequilla. Pero lo que no dice la Ley de Murphy es que no sólo con caer de ese lado, se reboza por todo el suelo y llega hasta los pelusones de debajo de tu cama, el día que casualmente no habías barrido.
Pues eso fue lo que me pasó a mí. No literalmente, claro.

Pelé, partí las patatas y las eché a la sarten, mientras ya había puesto el cazo en el fuengo con el caldo que me había dado mi madre. Mientras esperaba a que alguna de las dos cosas se hiciese, me puse a partir MIS DOS CACHOS DE PESCADO.
Cuando el caldo estaba caliente, eché las estrellitas en el cazo.

Si buscas "Sopa de estrellas" en Google, sale esta imagen bajo el título "PASTAS INFANTILES". No sé que me quieren dar a entender con eso.

Tras este paso, esperé más tiempo a que se hiciese, a la par que le iba dando la vuelta a las patatas para que se hicieran por ambos lados.
¿Y qué tiene esta historia de "Worst Day Ever"? ¡Ajá! Lo mejor está por llegar.

Antes de nada, he de hacer la reflexión de buscarme una sartén más grande que la utilicé, ya que como había echado patatas para mí y para mi hermano, había muchas y me costaba darles la vuelta sin tirar nada.
Esta molestia ocasional se convirtió en una batalla encarnizada (o debería decir "empatatizada", dada la situación) para mi inexperiencia cocinil. Luchaba a muerte para poder dar la vuelta a las patatas sin tirar ninguna fuera de la sartén, y por supuesto sin volcarla. Todo esto echando miradas fugaces hacia mi cazo de sopa, que humeaba alegremente en su fogón.
Los goterones de sudor corrían por mi frente por el esfuerzo mientras que me mordía los labios en expresión de concentración.
Conseguí recolocar las patatas varias veces con éxito, todo hay que decirlo. Pero de las últimas veces que lo hice, descubrí con auténtico horror que se me estaban quemando por un lado.

- ¿Pero cómo es posible? - Pensé yo

Esto empezaba a convertirse en un "cosas que se hacen por un lado y por el otro no". Y no es que estuvieran semi quemadas por un lado y semi hechas por el otro. NO. Es que estaban casi crudas por un lado y semi quemadas por el otro.

- ¿PERO CÓMO ES POSIBLE? - Me grité internamente (hacerlo en alto hubiera sido una idiotez, puesto que estaba sola)

Ahora me doy cuenta de que en la foto que hice no se aprecia bien, pero todas las patatas que ahí veís casi crudas, por su otra cara estaban oscurecidas.

The Dark Side of the Potato (El lado oscuro de la patata). Pink Floyd Cooking.

En ese momento, algo como ffffffssshhhhhhhhhhh llegó a mis oidos. Miré hacia mi cazo de sopa, dándome cuenta de que ante el punto de ebullición, toda mi sopa se estaba DESBORDANDO. Bajé el fuego rápidamente, pero era tarde. Mucho caldo se había evaporado, otro tanto se lo habían "chupado" las estrellas, y yo odiaba la sopa poco caldosa.

La isla de las Estrellas se caracteriza por su montículo de pasta y su diminuto charco de caldo de sopa. Es uno de los destinos preferidos por los turistas.

De nuevo, no se puede apreciar bien (me estoy dando cuenta de que soy una fotógrafa pésima), pero os aseguro que tenía dos gotas de caldo.

Harta del mundo, serví todo, y me hice el pescado en 2 minutos, el cual por cierto se me destrozó en la sartén. De esto ya no saqué foto, era recrearse demasiado en la desgracia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajjaja, madre mía.

oye, ¿en tu barrio no habrá una pizzería o algo así? piénsalo ;)

Gorrioncito dijo...

De hecho, vivo al lado de un McDonald's. Pero me da miedo volverme tan gorda que tenga mi propia órbita gravitacional :S (como Peter Griffin)
Un saludo :P

agae dijo...

bueno, me refería más bien a algún sitio con comida...

y sí, mejor no vayas por allí, no vaya a haber algún pollo con vales de descuento, te dé uno caducado, y tengais que luchar durante medio episodio (como Peter Griffin ;) )
cuídatep. buen blog

Vanesa dijo...

Extensión de Gattuso de la ley de Murphy

* Nada es tan malo nunca como para que no pueda empeorar.


Pero las cosas tienen que ir a mejor joder, no podemos ser tan desgraciadas mari! Así que los reyes van a cumplir jajaja.