domingo, 14 de noviembre de 2010

El arroz de bolsa

El otro día se me ocurrió que cocinar es como montar en bici. No porque nunca se olvide una vez que aprendes (no sé hasta que punto puede ser verdad eso, ya que a mi mi madre me dice cosas como "las pancetas hay que freirlas con mucho aceite", y a los dos días ya no me acuerdo si llevaban poco o mucho aceite, si saltaban mucho o si quiera si me había echado pancetas esta semana), sino porque no puedes cogerte tu "bici" tan feliz sin tener ni idea y hacerte un bacalao al pil pil de buenas a primeras.

Principalente porque lo mismo tu bacalao te queda algo así:

Y el pil pil ya ni te cuento


Por supuesto, hay que empezar a montar en bici con ruedines y cosas así. En mi caso, los ruedines de mi cocina son los tapers de mi madre, la comida precocinada para microondas y los congelados. Y sobre estos últimos hablaré hoy:

Me disponía a cenar arroz de bolsa. Dicho así suena un poco raro, pero se trata del arroz congelado que venden por ahí:

El mío era de la marca Consumer del Eroski, pero en este caso es igual

No era mi primera vez con este comestible, pero como digo que mi memoria es volátil cual RAM (la frikería del día), tuve que mirar las instrucciones para hacerlo, que vienen explicaditas en modo para tontos detrás de la bolsa.

"No hace falta descongelar, echar 3 cucharadas de aceite en una sarten y calentar, verter el contenido, remover constantemente bla bla bla"

La otra vez que cené arroz, lo hice en "dos tandas", pues me asustaba que no me cupiera en la sarten todo el arroz que había. Este día, tenía bastante prisa (por estudiar, mi idea era cenar como un pavo y sin saborear y volver corriendo a mis "ADORADOS" libros), así que le dije a mi hermano:

- Hay que jugársela con el arroz de bolsa, ¡para dentro!

Y eché todo en la sartén. Al momento de hacerlo me arrepentí, pues era tanta la situación rebosante que se me escapaba de las manos:

Engullida por mi propio arroz, cuando debería ser al revés


"Remueva constantemente"
decían las instrucciones de la bolsa. Ante tal cantidad de arroz, ¿CÓMO REMUEVES CONSTANTEMENTE?
De cualquier manera, lo intenté. Removí constantemente con una paletita, mientras que con cada grano de arroz que se me escapaba fuera de la sartén, yo soltaba un gruñido. Y solté muchos.

Cuando se terminó de hacer, serví el arroz en dos platos aparte, y al volver la vista al gas (ya parado, eso sí), ya no sabía si estaba en China o en mi propia cocina:












Me falta un gorrito así


La diferencia es casi nula


Pero bueno, para que veáis mejor el arrozal, despejo un poco el panorama:

¿Por qué no cenaría huevo?


Así que el tiempo que había ahorrado echándolo todo de una vez, lo perdí limpiando GRANO POR GRANO lo que se me había caído.

P.d. Encontré granos hasta en el suelo (¿¿¿???)

Concluisón: Si tienes unas manos de cazo como yo, no te pongas a remover arroz en una sartén desbordada.

3 comentarios:

Pots dijo...

Tu mayor problema parece ser que no calculas las cantidades, o no sabes cómo te van a quedar éstas. Pero sí, es un tremendo FAIL el echar todo el contenido de golpe sin saber si cabe o no.

Compra vasitos de estos de arroz, que lo mismo te vienen mejor ¬¬

Gorrioncito dijo...

Haleee que borde! :(

Pots dijo...

Es un consejo práctico, nada de borde =)